Dándole nueva vida a mis antiguas apps de Android — con ayuda de la IA
En 2017, mientras terminaba mi carrera de ingeniería civil y trabajaba medio tiempo en una empresa constructora, también estaba desarrollando aplicaciones Android.
Todo comenzó gracias a una MacBook Pro que mis padres me regalaron con mucho esfuerzo: una de 13 pulgadas, modelo 2012. Me encantaba. Podías ver el porcentaje de batería con unos LEDs en el lateral, y macOS me parecía fluido y elegante. Venía de usar una laptop Compaq desde 2008 (con Windows y Ubuntu en dual boot), así que tener una Mac fue un verdadero salto.
Con esa computadora desarrollé dos apps que llegaron a ser utilizadas por otras personas:
- Una para el Congreso Nacional AJEF, un evento juvenil donde necesitábamos gestionar asistentes, inscripciones, actividades y validar accesos mediante códigos QR, todo usando Firebase como backend.
- Otra para un restaurante local, donde los clientes podían hacer pedidos desde la app — años antes de que llegaran las apps de delivery a mi ciudad.
En ese momento ya me emocionaba la idea de aprender desarrollo para iOS. Tenía un iPad, y estaba listo para aprender Swift… pero entonces ocurrió algo devastador.
Una noche dejé mi mochila dentro del coche mientras cenaba. Rompieron el cristal y se la llevaron. Dentro estaban mi MacBook, mi iPad, y los únicos archivos de mis proyectos. No usaba Git en ese entonces. Solo tenía un backup en Time Machine… que no podía restaurar sin una Mac.
Mis papás me ayudaron a comprar una nueva laptop: una Asus Vivobook con Windows. Gracias a eso pude continuar con mis estudios. Me enfoqué en herramientas como AutoCAD, Civil 3D y automatizaciones con VBA en Excel. Terminé mi tesis, pero dejé de lado el desarrollo móvil.
Pasaron los años.
En 2023 finalmente pude comprar una MacBook Pro reacondicionada, de 15” (modelo 2019, Intel + Radeon). Era la laptop que soñaba cuando salió. Restauré mi antiguo backup de Time Machine… y ahí estaban. Mis proyectos. La mayoría ya no funcionaba en el nuevo sistema, pero al menos los tenía otra vez conmigo.
Hoy, con una Mac Studio M2 Max, estoy explorando desarrollo con LLMs, iOS, MLX y herramientas de ciberseguridad. Kali Linux lo corro en máquina virtual, y la mayoría de mis proyectos los hago ahora en macOS.
Recientemente decidí revivir esas viejas apps de Android. No solo por nostalgia, sino para ver hasta dónde puedo llevarlas ahora, con herramientas modernas como Firebase Studio AI. Tal vez hasta me anime a portar alguna a iOS.
No sé qué tanto tendré que actualizar para que vuelvan a funcionar en un dispositivo actual… pero poder abrirlas otra vez es como abrir una cápsula del tiempo.
Solo que ahora tengo las herramientas, la experiencia y la mentalidad para ir mucho más lejos.
Intentando sincronizar un proyecto Android que construí en 2017. Gradle 3.3 ya no es compatible… pero el código está vivo de nuevo.
